En este post os hablo de las Cuevas de Nerja, la ciudad en sí es un lugar que me encanta, y al parecer no soy el único que piensa así, Nerja quedó segundo en el programa de Cuatro, «Tu vista favorita» que se emitió en este canal.
En una de mis visitas a Nerja, entramos en las cuevas, un lugar maravilloso en donde uno no para de conmoverse y sorprenderse de la majestuosidad de sus formaciones estalactíticas y estalagmíticas. La inmensidad de estas cuevas empequeñece al visitante haciéndole sentir como una pulga en la linea espacio-temporal.
En el interior de las Cuevas de Nerja es complicado hacer fotos como simple visitante, sobre todo si no usas una cámara decente con prestaciones manuales y si no llevas trípode. En aquella ocasión me llevé una cámara Canon 550D con el básico 18-55, el 70-200 y el ojo de pez Samyang, pero sin trípode por lo que tuve que abusar de los ISOS altos (800-1600) y confiar en mi pulso. Apoyaba la cámara donde podía, con poca luz el estabilizador no funciona, y el enfoque es complicado, así que es todo un reto sacar fotos enfocadas en ese entorno hostil. El uso de flash en el interior de las cuevas está prohibido, pero de todas formas el flash aplanaría demasiado las formas y le daría una luz muy dura que no fovorece a las texturas de la piedra. La verdad es que evitando la luz directa de los focos y buscando los puntos con una iluminación más homogénea se pueden sacar fotos de cierta calidad. Los contrastes de color de la luz con la que se ilumina todo el entorno da más relevancia a las formas.
Os presento algunas de las que me salieron más o menos decentes no sin tratarlas posteriormente con filtros de ruido, curvas y máscaras de enfoque.
ACTUALIZACIÓN JULIO DE 2019
Desde que publiqué este artículo en Diario Sur en el 2012 no he vuelto al interior de las cuevas de Nerja, quizá lo haga nuevamente y con el material fotográfico más profesional que tengo ahora. Sí he visitado otras cuevas como la del Tesoro, del Rincón de la Victoria, la del Hundidero en Montejaje, la del Gato y la Pileta.