Se dice que las cosas sin planificar son las que mejores salen y los pueblos de la provincia de Málaga nos dan esa posibilidad. En esta ocasión regresamos a unos de los pueblos en el que estuvimos hace unos años, y del que tenemos muy buen recuerdo.
A 32 km de Málaga, en la comarca de la Axarquía, nos encontramos con Algarrobo. Un pueblo que guarda en sus calles el trazado morisco, con casitas blancas de arquitectura tradicional y algunas de ellas con un toque de color que termina atrapándote haciendo que te pares unos instantes para disfrutar del entorno y decoradas con plantas y flores que te hacen recordar que la primavera está a la vuelta de la esquina.
Un pueblo vivo, con encanto y con una amabilidad y simpatía de su gente que se refleja en que a cada paso que dabas, los buenos días y la sonrisa de sus gentes hacía que te sintieras como en casa.
Algarrobo, pueblo de interior que tiene la ventaja de tener también playa, tiene muchas cosas que no puedes perderte. Pero vayamos por partes.
Aparcamos en la entrada del pueblo, donde nos recibe la escultura en bronce del artista torreño Francisco Martín Molina, y que rinde un merecido homenaje a los agricultores de la zona. Desde el parque de La Escalerilla, comenzamos nuestro recorrido.
Callejeando, nos encontramos con la bonita plaza España, con sus casas y balcones llenos de macetas y flores que dan una calidez muy especial a la plaza. Muy cerca nos encontramos con la iglesia de Santa Ana, el monumento más notable de la arquitectura religiosa de Algarrobo. Fue construida en el siglo XVII, aunque sus artesonados de madera y el camarín de un lateral del templo datan del siglo XVIII. El campanario es uno de sus elementos más característicos.
Dejamos que nuestros pies nos guíen y pasamos por la Ermita de la Virgen de las Angustias. Un pequeño monumento religioso, que inexplicablemente pasa desapercibido, pero si te fijas en su puerta, una ventanita te invitará a mirar en el interior y descubrirás esa imagen.
Seguimos callejeando (y las estaciones del vía crucis que nos vamos encontrando en algunas fachadas) nos llevan hasta la ermita de San Sebastián, lugar desde el que se obtienen unas hermosas vistas del entorno y que te invita a descansar sentándote en sus jardines.
Si eres goloso no tienes excusa para entrar en algunas de sus panaderías y comprar las famosas tortas de Algarrobo. No te reprimas y compra, no dudes que caerás en la tentación de probarlas.
Mientras hacemos algo de tiempo para comer decidimos seguir perdiéndonos por su calles blancas y nos encontramos con la Oficina de Turismo. Nos sorprendió tanto encontrarla abierta (cosa que raramente ocurre en otros pueblos) que decidimos entrar. La sorpresa fue encontrar allí la fotografía con la que Lui G. Marín ganó el segundo premio del concurso fotográfico de la localidad, en el 2009.
Entre un ratito de charla con Clara, que nos atendió de forma magnífica, y curioseando los folletos que había, nos trajimos la excusa perfecta para regresar en el mes de septiembre. La “7ª Fiesta de la Quema” que se celebra los día 18, 19 y 20 . Una fiesta que no conocíamos.
Ya el estómago nos estaba avisando de que había que comer, así que nos dirigimos al Bar Cano Benito. Buena comida y buen precio. Eso sí, en un abrir y cerrar de ojos, se llenó.
Después de ese descanso, y aunque el calor apretaba para ser febrero, tocaba visitar la costa de Algarrobo, y hacía allí nos dirigimos. Visitamos la “Torre derecha” y la “Torre ladeada”, cruzamos el río Algarrobo y recorrimos una parte de su paseo marítimo. Tras otra breve parada para tomar un café, tocó despedirse de Algarrabo.
Aquí tenéis un resumen en fotos de ese paseo por Algarrobo.
Texto: Ana Rioja.
Todas las fotos de Lui G. Marín. Disponibles a alta resolución o impresas, solicitar tarifa de precios AQUÍ. Pedir permiso para su uso.
Gracias Alberto por tu comentario. Me alegra que te haya acercado un poco más a ese lugar que forma parte de la historia de tu familia. Un abrazo desde Málaga!
Te agradezco Lui G. Marin , por brindarme fotos del pueblo de mi padre , de mis abuelos , de mis ancestros y de mi corazón.- Estoy en Mendoza-Rca. Argentina a unos 13.000 kms de distancia y me acercas a estos sitios tan ansiados por mi alma a los cuales extraño profundamente.- La calidad de tu trabajo deja entrever el entusiasmo y la dedicación que le brindas.- Mis más sinceras felicitaciones.-